«En Codelco estamos abocados al gran desafío de implementar una profunda transformación del negocio y la cultura interna, quizás la más importante de la historia de la empresa, para hacerla más competitiva. Y este año, a pesar de ser el segundo que vivimos en crisis sanitaria, hemos logrado mantener la continuidad operacional, además de mejorar la producción y los excedentes», subrayó el presidente de la empresa, Juan Benavides.

La empresa estatal reportó US$ 5.249 millones en excedentes, lo que a juicio de Benavides, es una excelente noticia para el país. «Chile se verá beneficiado no sólo por el aumento del precio del cobre, sino que también por la mayor producción y ventas de Codelco. El año pasado, en el mismo período de enero a septiembre, Codelco generó US$ 1.124 millones; la cifra de hoy es 367% superior», agregó.

Según el presidente ejecutivo de la compañía, Octavio Araneda, además del efecto precio, los excedentes crecieron gracias al aporte de subsidiarias, una menor depreciación y amortización, además de una mejor gestión, lo que ayudó a compensar los mayores costos no operacionales y las menores ventas de subproductos.

La producción en los primeros nueve meses del año sumó un millón 185 mil toneladas de cobre propio, 20 mil toneladas más que las alcanzadas en 2020 al tercer trimestre, a pesar de la huelga de trabajadores que afectó a División Andina en agosto y septiembre. «Nos concentramos en mantener los estándares para la continuidad operacional en las faenas y nos vimos beneficiados de una mejor ley de mineral», detalló Araneda.

Los costos directos C1 crecieron en 2,4%, al pasar de 126,9 centavos de dólar la libra (c/lb) a 129,9 c/lb en estos primeros tres trimestres del año. Las variables macroeconómicas impactaron negativamente, especialmente el menor precio del dólar con respecto al año pasado, el IPC y el mayor precio de los insumos, además de los menores créditos por subproductos (oro, plata y molibdeno). Esto fue mitigado por un mejor precio del molibdeno, la mayor producción y menores gastos directos.

El costo neto a cátodo (C3) subió levemente de 216 c/lb a 219,5 c/lb, comparando los mismos períodos de 2020 y 2021, esto es 1,6%, debido a las mismas razones que explican la variación de los costos directos, a las que se suman las negociaciones colectivas y los gastos no operacionales, alzas que se compensaron por una menor depreciación y amortización.

La generación de caja operacional (Ebitda), en tanto, fue de US$ 7.426 millones (con un margen de 50%), cifra que supera en 116% la de los primeros nueve meses del año pasado, cuando sumó US$ 3.437 millones.

Desarrollo de los proyectos estructurales

El avance de la construcción de los proyectos estructurales de la Corporación ha retomado su ritmo durante el último trimestre, en la medida que las condiciones de desconfinamiento de la pandemia lo han permitido.

La empresa informó que finalizaron las obras de infraestructura de los macrobloques N2/N3 y S2/S3 de Chuquicamata Subterránea, y que la infraestructura de continuidad del nivel 1 alcanza un avance de 14,6% y el desarrollo mina, de 23,6%.
En el caso de Traspaso Andina, se estima el término del precomisionamiento del chancado primario y secundario para noviembre de 2021 y febrero de 2022, respectivamente.

En la Cartera de Proyectos Teniente, por su parte, se retomaron los desarrollos del túnel correa en Andes Norte, que presenta un avance total de 70,2%. En tanto, las obras tempranas de Diamante alcanzan 80% y en Andesita, 91%; mientras la ejecución total llegó a 10% y 6,6%, respectivamente.

Finalmente, Rajo Inca muestra un avance de 17,1%, luego de que el movimiento de tierra se acercara a las cinco millones de toneladas. Además, ya se encuentran en desarrollo las obras tempranas del Tranque Pampa Austral.