La respuesta parece sencilla, ¡mayores ventas!, sin embargo, hay elementos clave que pudieran poner un freno al crecimiento de la popularidad de estos vehículos de nueva energía.
Se prevé que las ventas, que se duplicaron con creces el año pasado y superaron los 3 millones una vez sumadas las cifras de diciembre, vuelvan a duplicarse hasta alcanzar los 6 millones de EVs, según la Asociación China de vehículos de pasajeros.
Los vehículos de nueva energía, que incluyen los eléctricos, los híbridos enchufables y los de pila de combustible, representarán aproximadamente uno de cada cinco de las ventas de vehículos nuevos.
Una de las razones principales de este aumento de las ventas es el inminente fin de las subvenciones gubernamentales para la compra de vehículos eléctricos, que dejarán de estar disponibles a partir de 2023.
Introducidas hace 12 años para apoyar el desarrollo de la incipiente industria, las subvenciones se han ido eliminando poco a poco, pero siguen teniendo un valor de hasta 12.600 yuanes, unos 1.200 dólares, en compras de hasta 300.000 yuanes.
La creciente preferencia por vehículos más ecológicos y limpios también ha contribuido al aumento de las ventas de vehículos eléctricos.
Aunado a lo expuesto anteriormente, también los vehículos eléctricos se consideran más inteligentes que los de combustión interna, ya que ofrecen inclusive la conducción autónoma.
Las empresas emergentes Xpeng, Nio y Li Auto se han consolidado como serios competidores, mientras que el pequeño Hongguang Mini de SAIC-GM-Wuling Automobile ha demostrado ser popular entre los jóvenes conductores preocupados por el precio.
Los nuevos propietarios de vehículos eléctricos también querrán adelantarse a las posibles subidas de precios provocadas por la escasez de piezas y el aumento de los costos de las materias primas.
Los retos del mercado chino en 2022
Los fabricantes han venido realizando ajustes en los precios de sus vehículos eléctricos. Por ejemplo, en la víspera de Año Nuevo, Tesla aumentó el precio de los vehículos del Model Y producidos en su fábrica de Shanghái en más de 20.000 yuanes y elevó el costo de su Modelo 3 en 10.000 yuanes, las segundas subidas en un mes.
Otros fabricantes de automóviles, como Polestar, FAW-VW y Leap Motor, también han subido los precios o han fijado una fecha para eliminar los incentivos de la fábrica.
El financiamiento para la compra de vehículos eléctricos es mucho menor que hace unos años, sin embargo, sigue siendo una cifra considerable.
Este año no estará exento de desafíos, la mayoría de ellos conocidos: aumento de precios, eliminación de subvenciones, la actual escasez de chips y las interrupciones ocasionadas por el Covid en las cadenas de suministro y fabricación.
La semana pasada, BYD dijo que la producción en sus instalaciones de Xi’an había vuelto a la normalidad después de verse afectada cuando la ciudad de 13 millones de habitantes se vio sumida en el bloqueo a finales de diciembre.
Geely afirmó que el brote de Covid en la ciudad no ha ralentizado la producción en sus fábricas de Ningbo, pero advirtió que la eficiencia de la cadena de suministro y las entregas podrían verse afectadas.
Si se superan estos obstáculos, parece que el mercado chino de vehículos eléctricos va a tener otro año de éxito