La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que es precipitado tratar al COVID-19 como una enfermedad endémica similar a la gripe, debido a la alta transmisibilidad de la variante Ómicron y a la “gran incertidumbre” que aún rodea el coronavirus.

Catherine Smallwood, responsable de emergencias de la OMS-Europa, sostuvo que la endemicidad supone que hay “una circulación estable del virus a niveles predecibles, y olas de transmisión epidémica potencialmente conocidas”. La experta recalcó que el COVID-19 “todavía está muy lejos” de ser endémico.

Lo que estamos viendo en este momento al entrar en 2022 no se acerca a eso, todavía tenemos una gran cantidad de incertidumbre, todavía tenemos un virus que está evolucionando muy rápidamente y plantea retos bastante nuevos. Así que no estamos en condiciones de decir que es endémico”, dijo.

La experta señaló que la evolución de la pandemia dependerá mucho “de las acciones que tomemos de forma colectiva en Europa y en todo el mundo“. “La aceptación generalizada de la vacunación sobre una base equitativa será muy, muy clave para avanzar hacia ese escenario”.

Por su parte, el director de OMS-Europa, Hans Kluge, afirmó que “hay que ser muy precavidos con las predicciones sobre el futuro“. Kluge insistió en que el COVID-19 ha sorprendido “más de una vez” y que “no es buena idea” hacer previsiones.

La autoridad sanitaria informó que se prevé que la variante Ómicron infecte a más de la mitad de la población de Europa en las próximas seis u ocho semanas. “La variante Ómicron representa un nuevo maremoto de oeste a este que barre la región y que se suma a la oleada delta que todos los países estaban gestionando hasta finales del 2021”, dijo.