La variante ómicron del coronavirus ya era el virus con la propagación más rápida de la historia, pero una subvariante denominada BA.2 podría ser incluso más transmisible que la versión observada hasta ahora, conocida como BA.1. Uno de los países que más vigilan las mutaciones del coronavirus, Dinamarca, ha detectado un crecimiento explosivo de la BA.2 hasta ser la dominante en apenas unas semanas. Los datos preliminares daneses sugieren que la BA.2 es 1,5 veces más contagiosa que el subtipo clásico de ómicron, según los resultados publicados este miércoles por las autoridades del país nórdico. La buena noticia es que la vacunación sigue siendo muy eficaz a la hora de evitar casos graves de covid, sea la variante que sea. Dinamarca registra más casos que nunca, pero el número de personas en la UCI disminuye.
El equipo del microbiólogo Darío García de Viedma, del hospital madrileño Gregorio Marañón, confirmó este miércoles dos de los primeros casos de la BA.2 en España, donde la presencia de esta subvariante es todavía anecdótica. El investigador destaca que los dos subtipos de ómicron son más diferentes entre sí que el virus original de Wuhan y la variante alfa, detectada en el Reino Unido a finales de 2020. “Hablamos de una diferencia muy grande. BA.2 tiene suficientes mutaciones como para que merezca la pena vigilarla de cerca”, opina García de Viedma. No hay ningún indicio de que BA.2 provoque una enfermedad más grave que su hermana.
Algunas pruebas PCR buscan tres genes del virus para hacer el diagnóstico de la infección. La variante delta, descubierta en la India y dominante en el mundo hasta finales de 2021, pitaba en los tres genes, pero la versión clásica de la ómicron tiene una mutación que hace que solo se detecten dos de los genes. Esta característica permitía suponer si una persona estaba infectada por la delta o por la ómicron con una simple PCR, sin necesidad de secuenciar el genoma completo del virus. La subvariante BA.2, sin embargo, carece de esta mutación y es indistinguible de la delta con estas pruebas específicas, por eso se ha denominado “la variante sigilosa”, un nombre que no gusta a muchos expertos, como la viróloga María Iglesias, del Centro Nacional de Microbiología.
“Para ser silenciosa ha hecho muchísimo ruido”, bromea Iglesias, en alusión a la atención mediática que ha recibido la BA.2 en los últimos días. El mote de “sigilosa” es muy engañoso. Una persona infectada por esta subvariante da positivo sin problemas en un test de antígenos o en una prueba PCR, la única diferencia es que ahora no es tan sencillo deducir qué tipo de coronavirus es en las mencionadas pruebas que buscan esos tres genes específicos.