Señor
Nelson Pizarro Contador
Presidente Ejecutivo
Codelco Chile
PRESENTE
De nuestra consideración:
Hemos conocido por diversos medios de comunicación, las opiniones que usted ha emitido respecto a los trabajadores de nuestro país y, al parecer, quiso referirse específicamente a los trabajadores y trabajadoras de Codelco, dado el contexto en que desliza su crítica.
En su juicio usted señala que las diferencias de producción mina, del ejercicio nacional desde el año 2000, comparado con el resto del mundo y con Perú, se deben a que los trabajadores del país vecino son el doble de productivos respecto a los chilenos y que posiblemente esto se deba a una diferencia en el ADN (¿?). En el mismo párrafo, insinúa que esto se debe a las políticas instaladas en nuestro país y que estas son limitaciones que buscan preservar la calidad de vida de los trabajadores, lo que a su juicio, redunda en tiempos efectivos de trabajo.
A lo señalado, nos permitiremos presentar a usted nuestra profunda molestia y repudio por los dichos que, a primera vista, parecen un desahogo público para justificar fracasos de los cuáles los trabajadores no tenemos responsabilidad.
De igual forma, nos parece extraño, por decirlo educadamente, que después de haber realizado una reflexión de seguridad corporativa el día jueves 23 recién pasado, donde usted fue enfático en señalar que las causas de los accidentes en la Corporación eran responsabilidad de los afectados por no dimensionar los riesgos a los que estaban expuestos, usted asevere (esta vez públicamente) que las normas, procedimientos y leyes de protección a la calidad de vida e integridad de estos mismos trabajadores, sea la razón de la baja productividad del negocio minero nacional y en particular de Codelco.
Los trabajadores y trabajadoras de Codelco hemos cumplido con el compromiso de mantener a nuestra empresa con niveles de producción que han permitido a la Corporación asegurar el cumplimiento de su rol clave en el desarrollo integral del país, en beneficio de todos los chilenos y chilenas. El compromiso con la tarea diaria ha permitido a nuestra empresa mantenerse como propiedad estatal, cumpliendo así las obligaciones que la ley le mandata. Los trabajadores no administramos, los trabajadores ejecutamos los planes de producción de acuerdo a los planes de negocio y desarrollo, programas de extracción minera, las inversiones, las decisiones de mercado o las decisiones económicas.
Son estas las herramientas que, en definitiva, hacen la diferencia en los resultados de la explotación de los recursos naturales, propiedad de todos los chilenos y chilenas. Y si de eso se trata, entonces sí podemos hacer algunas críticas. La productividad también se debe revisar desde la perspectiva de los resultados de las inversiones, de los gastos no operacionales, de las malas decisiones en procesos productivos, en los errores de contratos de ventas de cobre en mercados de futuro, la falta de impecabilidad en el dimensionamiento de proyectos estructurales o de cumplimiento de normas ambientales, que ya suman desviaciones sobre el 40%. Todos sabemos que la productividad es multivariable y cada faena tiene particularidades que explican en mayor o menor medida sus desempeños operacionales.
La Federación de Trabajadores del Cobre ha sido cuidadosa de las críticas y denuncias públicas, yaque siempre está el temor que inescrupulosos utilicen estas denuncias para promover la privatización de Codelco, pero es inaceptable que usted quiera justificar los fracasos de la administración superior de nuestra empresa, y no sólo nos referimos a su responsabilidad, también lo hacemos con los presidentes ejecutivos que lo han antecedido.
Por lo mismo, esperamos que este tipo de “relacionamiento público” no se siga generando, toda vez que contribuye en nada para sacar esta empresa adelante, lo que resulta imperioso, dada las serias desviaciones que se han desarrollado en el último tiempo.
Las relaciones laborales de confianza y participativas han constituido un pilar fundamental para el crecimiento y desarrollo organizacional de Codelco. Dichas relaciones constructivas y colaborativas requieren el compromiso y convicción del principal ejecutivo de esta empresa del Estado; sin embargo, no tenemos la certeza de tal convencimiento de su parte.
En fin, esperamos que recapacite y aclare sus dichos y sus convicciones de cara al país.
Atentamente,
Juan Olguín Pérez
Presidente
Sergio Morales Silva
Secretario General